Este escrito probablemente lo realicé en 1999,
y se inspira en uno anterior: ¿La Rosa o La Estrella?
Una vez me pregunte
si tu belleza
era como la de una estrella
y tu hermosura
hasta entonces
aún tu ser físico
para mí era desconocido.
Un maravilloso día
a mis ojos
te has presentado,
han quedado maravillados,
ahora que te conozco
esa comparación
tonta me ha parecido.
Pues en realidad
eres más bella
que la más bella estrella;
más hermosa
que la más hermosa rosa.
con que compararte,
las dos cosas
que creía de mayor
belleza y hermosura,
han quedado
como poca cosa
al lado de tu hermosura.
Has logrado
cautivar y maravillar
casi todos mis sentidos;
con tus cartas
has ido entrando
en mi mente y corazón:
tu voz
a enriquecido a mis oidos;
tus ojos y tu caara
han vuelto ansiosos a los mios
por volver a verte.
Ya en mi mente y corazón
habitas,
en cada momento
tu imagen
para causarme
aquellos sentimientos,
esos sentimientos
que se pueden expresar
con un te quiero.
Espero que todavía
quieras mi querer,
sino
encerrarlo en mí
tendré,
hasta apaciguarlo y guardarlo
en mí.
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